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Cay chiri tutapi (Esta noche fría)

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Aprovechando las navidades, quería compartirles un bonito sanjuanito tradicional navideño. Creo que no es demasiado conocido -prueba de ello es que no haya ningún video ni audio referente- por lo cual la mejor forma de escucharlo es pidiendo a los abuelos que nos lo canten. ¡Feliz navidad!


cay chiri tutapi
hua charig cangui
chiri huan huairahuan
niñito
siri junguimi

huaca junguimi
chugchug junguimi
campac chuclla
gupi niñito
huaca junguimi


esta noche fría
estás llorando
con viento y escarcha
niñito acostadito

en este hielo
en este frío
estás llorando
acostadito
aquí en tu chocita
niñito estás temblando

P.D: En todo caso, les dejo otro tradicional sanjuanito interpretado por Margarita Laso: Ya viene el niñito.


Cantares del alma

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Es en tu boca que encontré mi cielo,
es en tus labios que escuché sonidos
que solo en tí posaron las estrellas
trayendo música del firmamento.

Son tus palabras cantares del alma,
son tus suspiros ráfagas de aliento,
consigo traen bellos sentimientos
que son la esencia de tus pensamientos.

Si tu eres ya mi cielo, amada mía,
dame en todos tus besos las melodías
para entregarte en música del mundo
cantando en coro todas las estrellas.

Carlos Bonilla Chávez


Atahualpa (Yumbo)

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Carlos Bonilla Chávez es uno de los más prolíferos compositores del Ecuador. Dentro de la música popular, los pasillos Sólo tú, Subyugante, Beatriz, y Cantares del alma son sus obras más conocidas. En todo caso, ha escrito un hermoso yumbo llamado Atahualpa, cuya letra está en español y en quichua. Lo encontré de la mano de mi madre quien, según me ha dicho, recuerda a mi abuelito tocándolo hacía ya mucho tiempo. El yumbo en sí es un ritmo preincaico escrito en 3/8 -el cual es un compás compuesto binario- que denota pesadumbre aunque sea más alegre o dinámico que el danzante. La letra estará ahí para que las conclusiones sean sacadas por ustedes mismos. En el primer video está la versión de Atahualpa con letra en Quichua interpretada por el grupo sol y luna, mientras que en el segundo video está la interpretación de Galo Terán en guitarra.


Sapa Inka, Atawallpa, ankalli runa Atawallpa, jatariy.
Kan tinkuykiwan llallishka kan llakta munashka,
chawpi watashka cadena chinkashka awka.
Jatariy Atawallpa, runa rebelde Atawallpa!

Tarinkimari llallishka ñukanchik Inti runata,
chawpi watashka cadenas chinkashka awka.
Jatariy Atawallpa, runa rebelde Atawallpa!




Rey del sol Atahualpa, indio rebelde Atahualpa, despierta.
Encontrarás vencida tu raza querida
en medio de las cadenas de blancos rendida.
¡Despierta Atahualpa, indio rebelde Atahualpa!

Y llegará el día, el día, gran Atahualpa
que rompiendo las cadenas tu raza reviva
entonces ven, Atahualpa, a darnos la vida
¡Despierta Atahualpa, tu raza grita Atahualpa!

Actualización: El maestro Carlos Bonilla Chávez falleció el 10 de enero del año en curso en la ciudad de Quito dejándonos un amplísimo legado musical. Por otra parte, logré conseguir la versión de esta pieza con arreglos del propio compositor y ejecución de la Orquesta Sinfónica Nacional.




¿La fundación de quito? (parte II)

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Se había dicho en la primera parte que la ciudad inca de Quito pudo haber existido en el actual centro histórico de Quito. Sin embargo, la fecha de su fundación, así como la localización de sus templos, aposentos, y cancha, se ha quedado impresa en una historia no nombrada. En realidad, la ciudad de Quito no fue fundada, sino refundada por los conquistadores españoles sobre las ruinas de la antigua ciudad, pero, aparentemente, la historiografía ecuatoriana no considera como fundación efectiva a toda aquella que fuese realizada antes de 1534; ni siquiera el caso de Cuenca, por ejemplo, en el cual hay todas las evidencias necesarias de una ciudad anterior.

El abandono y olvido de las ciudades, cultura, y tradiciones precolombinas se debe al desdeño de todo lo que tenga relación con el mundo andino, los chagras sucios, los longos, y los indios del obraje a cambio de la incorporación de las costumbres y tradiciones hispánicas. El olvido de Quisquís y Atahualpa a cambio de Pizarro y Benalcázaar, de Cochasquí y los observatorios a cambio del pseudo descubrimiento del Amazonas. A tal punto llega la denigración que olvidamos que la gran mayoría somos mestizos de indígenas y españoles, mas no de fracogermanicosajones y españoles. Al nuestra identidad bastarda tener que buscar un taita externo, minusvalidar a las «tribus salvajes y primitivas que habitaron las regiones del Ecuador previo al arribo civilizador del mundo occidental» es la mejor vía de escape y puente para degenerar la identidad. Es claro, en todo caso, que los historiadores, políticos, y medios no lo mencionan tan abiertamente, pero con hechos como que los libros de historia nos cuenten en apenas menos de un par de decenas de hojas la historia precolombina mientras que del período colonial e hispánico existan varias centenas de hojas sino libros completos es una prueba de que la historia ha sido escrita por los vencedores. Y no solamente libros históricos, sino fuentes bibliográficas de próceres nacionales incásicos. O que la investigación arqueológica precedente a la conquista española es incomparablemente reducida en relación al conocimiento tanto antropológico como arqueológico sucesor a la conquista nos da pie para entender que la historia ecuatoriana no es objetiva sino manipulada a conveniencia. La élite mentirosa que aún nos gobierna ha utilizado un modelo cultural europeo que degrada y suprime casi sistemáticamente cualquier vestigio histórico y cultural de nuestra verdadera raíz . En todo caso, tampoco deberíamos olvidarnos de quienes sí han buscado una historia más certera como Jacinto Jijón y Caamaño, Manuel Espinosa Apolo, el Padre Porras, Inés del Pino, o el FONSAL.



Es muy desalentador leer en la mayoría de libros, los cuales son escritos por pseudocriollos y mestizos blanqueados, que todos se dedicaban a la ganadería, al cultivo, y a la elaboración de prendas con algodón, sin ir mas lejos. Teniendo tan bien detallada información, ¿que otra visión podrán generar en lectores y estudiantes que la de que todos los pueblos aborígenes eran atrasados y conformistas?. En realidad, están generando un desapego y mínimo interés en la historia milenaria americana. Me es aún más desalentador e irritante saber que no leí en toda mi época colegial un sólo libro, monografía, o artículo sobre el verdadero origen de la ciudad de Quito. Aparentemente, entonces, la ciudad, y el Ecuador en general, tiene 450 años y algunos más. Es curioso, sin embargo, que haya gente que aprecie y se atreva a probar la magnitud del sistema inca, por ejemplo, en relación al desarrollo de vías de conexión entre sus ciudades con caminos bien elaborados (chaquiñanes) equipados con tambos y alimentos para los viajantes que eran recaudados de pueblos vecinos como cuota mensual al imperio central. Algunos autores se atreven hasta a llamarlo como un sistema presocialista aunque en América no existía ese concepto todavía. O, además, que la civilización mechica, aparte de tener cuatro o cinco pirámides en México, desarrollo acueductos y represas tan desarrolladas como las europeas de la época. Sin lugar a duda, la idea y visión de que América previa conquista europea era un paraje cuasi abandonado e incivilizado ha sido esgrimido por los poderosos para controlar e imponer a gente e ideas. El principal problema es que les ha funcionado perfectamente. Es cierto que en América no existía ni la rueda con el fin de transportar, ni la escritura con fines comunes; a América le hizo falta el contacto que los otros tres continentes tuvieron con Andronovo y China respectivamente. Sencillamente, América no tuvo necesidad de ruedas ni de escritura en su vida cotidiana, ¿por esto fueron menos desarrollados?. De hecho, en una clase de literatura, nuestro profesor comparó el arte precolombino con el europeo y, si mal no recuerdo, la única diferencia abismal era la escultura. En todas las demás ramas del arte, el conocimiento era similar. ¿Por qué entonces creer en la inferioridad del indígena americano?.

La supuesta acepción de que los indígenas primitivos eran retrasados, nos muestra la apatía y desdeño que los escritores tanto nacionales como latinoamericanos han tenido por nuestra historia. Usando estas actitudes, han hallado la perfecta opción que han encontrado mestizos blanqueados y supuestos criollos para injuriar y desdeñar su cultura, lengua, tradición, y cosmovisión en favor de una europea que, a más de la lengua y la corrupción no nos ha dado nada. Este cambio sistemático de ideas ha generado que el ecuatoriano sepa quienes fueron Julio César, Thor, Carlos Martel, o Juana la Loca y no Calicuchimac, Guamán Poma, Tupác Amaru II, Huitzilopochtli, o Wakon.


Al besar un pétalo

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Este es uno de los pasillos que más me gustan. Y es que en realidad, tengo un recuerdo enraizado desde mi niñez. Siempre en las tardes, después del rompecabezas inconcluso, el meditabundo ajedrez, o el caluroso pimpón, cuando ya cansado me disponía a ver los deberes que tenía, mi abuelito se sentaba frente al piano vertical a tocar varios pasillos; los deberes podían esperar. Me recuerdo siempre de pie junto a él atónitamente viéndolo tocar; evidente es que poco después ya estaba tomando en mi mano uno de los dos candelabros dobles del piano, distrayéndome, perdiéndome en su música, o aburriéndome; no podría mentir, pero sus pasillos, pasacalles, y albazos me acompañaron como principal repertorio en mi infancia. A veces, cuando ponía la partitura transcrita a mano, la leía como si se le hubiese olvidado, como si algún sostenido o acorde faltase; otras, permanecía inmóvil como si tan sólo tuviera la función de rememorar su origen, su ritmo; otras veces no la ponía, quizás sintiéndose seguro de saberla, o de recrearla. Eso sí, siempre lo sentía profundamente al tocarlo.
+ (En realidad confundí la canción para esta entrada; el pasacalle que él tocaba es este.)

Este pasillo fue tocado primero por mi tía en las reuniones, luego se esparció hacia un tío segundo quien también lo tocó a menudo. En todo caso, lo que sí es cierto, es que cuando mi abuelito falleció, el pasillo se archivó por algún tiempo incorruptiblemente; al menos esa es la impresión y recuerdo que yo tengo. Su nombre, como muchísimos pasillos y música nacional, se me escapaba, quedaba solamente grabado por su ritmo y melodía; quizás nunca lo memoricé por mi edad, mi quemeimportismo, o porque nunca hubo un programa de mano de las reuniones familiares, pero siempre se había tocado. Luego, misteriosamente, noté que mi tío, quien lo aprendió o bien de mi tía o de mi tío segundo, había empezado a retocarlo... No me fijé ni el cuándo ni el cómo, sólo un día comprendí que ya se había empezado a tocar nuevamente. Sin preguntarse nada, sin siquiera aún detenerse a pensar si ya se podía tocar; simplemente se había vuelto a tocar.

Finalmente, cuando estuve con mi tío recientemente y lo tocó, recupere su nombre que, en realidad, existía en mi memoria, pero tan distantemente que no lo habría podido enlazar nunca. «Al besar un pétalo», me dijo.« El que tocaba el abuelito». Traté de que no se me olvidase de nuevo, y apenas pude lo busqué. Ahora, cuando lo escucho, recuerdo tantas tardes de mi niñez que a veces me pregunto si las aproveché bien.

El pasillo fue compuesto por el cotacachense Marco Hidrovo Cevallos. La única versión que conozco es instrumental aunque mi madre me ha cantando un precario fragmento del texto pues no lo recuerda. Aparentemente su versión con la poesía se ha dado a conocer muy poco y la poesía es difícil de cantar y de encontrar*. En este video es tocado por Guillermo Rodríguez en la guitarra.





* Actualización: La busqué detenidamente y finalmente la encontré azarosamente en la página de la cantante ecuatoriana María Tejada como única coincidencia. Creo que ha sido el poema más difícil de conseguir hasta el momento.

Al besar tu boca
que es cual rosa de un bello jardín
siento el embeleso
de ese beso en sueño gentil.
Al besar tus labios
como pétalos frangantes
siento que revivo
y sólo vivo para ti.

Tú perfumas mis sueños
con tu amor, por tu corazón
muero de ansiedad;
escucha mis cantares
y mis plegarias
y tú mi anhelo serás.

Tú perfumas mis sueños
con tu amor.
Pon en mi vivir la felicidad,
quiero tenerte junto a mí
por una eternidad…

Quichuismos II

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Después de casi nueve meses de gestación, puedo al fin subir la segunda parte de los quichuismos ecuatorianos. Pese a haber buscado durante un buen tiempo, no encontré la misma cantidad de palabras compuestas que de simples. En todo caso, unido a algunas palabras simples que no constan en la primera parte, aquí está una segunda lista de ecuatorianismos procedentes del quichua.


Amauta: Filósofo inca.
Baño con pilche: Bañarse sin las comodidades del agua caliente por medio del recipiente (pilche).
Carcoso: Del quichua carca y del sufijo español -oso; sucio, que tiene mugre en el cuerpo.
Carihuairazo: Hombre de viento y nieve.
Carishina: Mujer que practica actividades del hombre e ignora el quehacer doméstico.
Catso: Catso, escarabajo.
Chaquiñan: Camino para los pies. Caminos por los cuales pasaba el chasqui hacia su destino.
Chasqui: Mensajero inca.
Chaupipacha: Centro de la tierra. Usado también para referirse al Ecuador.
Chaupicruz: Centro de la Cruz.
Chicha; hacer la ~: Felicitar o estrenar alguna cosa; similar a huasipichay.
China: Mujer, sirvienta de casa.
Chirisique: Niño desnudo o sin calzón (Originalmente, de la unión de chiri: frío y siki: nalga o parte trasera de un objeto).
Choclotanda: Pan de maíz.
Chimborazo: Nieve de los chimbos.
Chugchir: Sobras de cosecha que no se recogen.
Chulquero*: Persona que presta dinero.
Churo: De churu. Caracol. También rizo.
Chuya: Líquido cristalino.
Coshco*: Persona rapada.
Cotopaxi*: Montaña de luz.
Coricancha: Recinto de oro.
Cuchi: Sucio, asqueroso.
Curaca: Cacique o gobernador.
Diablo-Huma: Cabeza del diablo. Hombre que en las fiestas de las cosechas viste una máscara hasta el medio del pecho.
Guacsa; Estar hecho o como ~: Estar distendido o relajado. Guacsa significa lagartija.
Guayllabamba: Llano verde.
Guagua shimi; en ~: Hablar en lenguaje de un guagua (shimi: lengua).
Guato: Cuerda para amarrar algo.
Huasicama: Sirviente. Literalmente, empleado de casa.
Humita: Choclotanda.
Huasipichay: Estrenar una casa. Estrictamente, barrer la casa.
Huasipungo: Puerta de casa. Era usado para referirse a un pedazo de tierra que el patrón daba al indígena.
Hatun ~: Grande, enorme.
Ingapirca: Pared del Inca.
Intiñan: Camino del Inca.
Inti Raymi: Fiesta del Sol.
Locro: Sopa de papa, queso, achiote, y aguacate.
Mapagüira: Manteca sucia.
Mishico: Mishi, gato.
Ñato: Chato, que tiene nariz achatada.
Ñuto: Molido, trizas de algo.
Pampa: Llano.
Pirca: Pared.
Pite: Cosa pequeña, pedacito de algo.
Pucará: Fortaleza.
Pumapungo: Puerta del puma.
Quicuyo: Hierba mala.
Quiñar: Hender.
Rocoto*: Persona fuerte, que no siente o que domina al dolor.
Rumiñahui: Ojo de piedra. El legendario quitu-inca.
Rumicucho: Piedra del rincón.
Sinca; Limpiáte la ~: Nariz.
Tambo: Lugar para hospedarse.
Tomebamba: Llano de cuchillos.
Tripa mishqui: Tripa dulce. Tradicional plato hecho a base de intestinos de res.
Tungurahua: Garganta de fuego.
Vincha: Vincha. Cinta elástica que sujeta el cabello.
Yacu: Yaku, agua. Hoy conocida palabra por el museo.
Yahuarcocha: Laguna de sangre.
Yahuarlocro: Locro hecho a base de cordero y con sangre seca.
Zambo: De zampu, sambo, calabaza.
Zapallo: Sapallo.


Si bien muchas de las palabras compuestas son originarias de nuestra gastronomía o geografía, el poder conocer su etimología nos permite que, llegado el caso, al escuchar una nueva palabra de la cual una parte ya conocemos, seamos capaces de entenderla casi de antemano. Siempre hay cierto misterio al conocer palabras de otro lenguaje, y cuando las volvemos a escuchar -aún siendo compuestas de otras- se activa una suerte de sensor que nos recuerda que ya forma parte de nosotros, que nos pertenece; y eso es lo más interesante del lenguaje.

*: Uso o significado incierto.

Fuentes:
[1] Córdova, Carlos Joaquín. El habla del Ecuador: diccionario de ecuatorianismos. Casa de la Cultura Ecuatoriana. Quito, Ecuador. 2008.
[2] Grimm, Juan María. La lengua quichua: (dialecto de la República del Ecuador). Friburgo de Brisgovia, Alemania. 1896.
[3] Mi madre y su memoria.
[4] Mi corta investigación y memoria.


Boletín y elegía de mitas (cantata escénica)

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La música electroacústica es un campo relativamente nuevo en el Ecuador; La verdad, personalmente, ignoro casi la totalidad de ésta y de la música concreta; lo poco que conozco se lo debo a mi madre y al internet. De a poco se están dando a conocer compositores nacionales y algunas obras internacionales tocadas en La casa de la música o en Las cámaras. En todo caso, dentro de la música electroacústica ecuatoriana, destacan por sobre todo dos nombres: Juan Valdano y Mesías Maiguashca. Valdano, quien es hijo del escritor y académico Juan Valdano Morejón, se ha abierto campo dentro de la música académica nacional de a poco. De hecho, su obra más reciente, "Sinfonía de los elementos", ya fue estrenada por la Orquesta Sinfónica Nacional en el 2008. Es, sin duda, el compositor ecuatoriano residente más prolífero y destacado. Maiguashca, quien estudió con Karlheinz Stockhausen, por su parte, es el compositor ecuatoriano más reconocido internacionalmente aunque lo es poco en el ámbito nacional. De hecho, ha vivido en Alemania gran parte de su vida y buena parte de su obra se ha creado y ejecutado en dicho país europeo. Sus producciones están enteramente vinculadas a la electroacústica y la música académica electrónica. El «Boletín y elegía de mitas» del escritor ecuatoriano César Dávila Andrade fue adaptado por Maiguashca en una cantata escénica. La grabación adjunta es de la presentación realizada en Quito en 2007. En la elegía se cuenta la tristeza y sufrimiento del indio vinculado a la mita. Su muerte. Su muerte y promesa. Me atrevo hasta a decir que es una promesa relacionada al Jacha Uru. El regreso, el gran día.
Adicionalmente al boletín, hay dos vínculos de una página que encontré casualmente. Apararentemente, es la página de la música electroacústica ecuatoriana. El primero es un video de la música electroacústica en el Ecuador, y el segundo es un documento escrito por Juan Esteban Valdano.



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