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Duerme negrito

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Cuando era un niño de estatura y psiquis, alguno de mis familiares me hizo escuchar esta canción; duerme negrito. Sin embargo, no es sino hasta hace poco que la reencontré mientras escuchaba otra de las canciones del recital que dio Atahualpa Yupanqui en España. Hoy, con la estatura ya algo cambiada, sigue siendo tan dulce y agradable escucharla. Personalmente me gusta la forma de la canción por su la letra, por la sinceridad y sencillez de la persona que la escribió, y por supuesto, por los acordes y las armonías que añadió don Ata. En todo caso, ahí está la canción que Atahualpa explicará su origen y su compositor. Espero la disfruten.

Duerme, duerme negrito
Que tu mamá está en el campo
Negrito

Duerme, duerme negrito
Que tu mamá está en el campo
Negrito

Te va a traer codornices para tí
Te va a traer muchas cosas para tí
Te va a traer carne de cerdo para tí
Te va a traer muchas cosas para tí

Y si negro no se duerme
Viene el diablo blanco
Y ¡zas! le come la patita
Yakapumba Yakapumba
Apumba Yakapumba Yakapumba Yakapumba

Duerme, duerme negrito
Que tu mamá está en el campo
Negrito

Trabajando
Trabajando duramente
Trabajando, sí
Trabajando y no le pagan
Trabajando, sí
Trabajando y va cosiendo
Trabajando, sí
Trabajando y va de luto
Trabajando, sí
Pa'l negrito chiquitito
Trabajando, sí
Pa'l negrito chiquitito
Trabajando, sí
Va de luto, sí
Va cosiendo, sí
duramente, sí

Duerme duerme negrito
Que tu mamá está en el campo
Negrito





Tránsito Amaguaña (1909-2009)

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Una de las mujeres ecuatorianas más valiosas de todos los tiempos ha muerto ayer a meses de cumplir su centenario. Sin duda alguna todos hemos escuchado alguna vez al menos el nombre (ojalá así sea) de Tránsito Amaguaña. No obstante, su obra y contribución por la identidad indígena es desconocida o desvalorada en el pensamiento prevaleciente mestizo-criollo que nos rige.

Tránsito Amaguaña, nacida como Rosa Elena Amaguaña Alba, fue originaria de Cayambe, en la provincia de Pichincha. Nació el 10 de septiembre de 1909 en la hacienda de Pesillo. Como consecuencia, vivió en la explotación vergonzosa que se ha mantenido en un país «democrático» por cerca de dos siglos. Desde muy joven, por haber vivido en un huasipungo con sus padres y haber sido sometida a constantes abusos y explotación del patrón, se interesó en la lucha indígena y los derechos humanos de éste siendo reconocida junto a Dolores Cacuango como las grandes defensoras del indígena ecuatoriano. Tras la Ley de Escuelas Prediales, promulgada por el gobierno liberal de Eloy Alfaro Delgado, Tránsito intentó ingresar a la escuela para recibir sus primeras letras. Sin embargo, el indígena ecuatoriano, aún repudiablemente considerado como un ser inferior, no recibía el adecuado trato y respeto que dictaminaba la ley. Tampoco obtuvo educación alguna en su juventud, ni la obtuvo llegada la mayoría de edad. La educación básica y la educación de calidad, como hasta el momento, es un privilegio de pocos. No obstante, aprendió a leer y a escribir en alguno de sus innumerables viajes a la Cuba de los Castro. Tránsito nos recuerda cómo un despreciable Amador Villalba, haciendo gran honor de su nombre, recibió a Tránsito Amaguaña cuando saludó al entrar al salón de clase:

«Cuando daba “Buenos días,” el escribiente, un tal Amador Villalba estaba ahí. – “¡Longa, india, longa, mocosa malcriada. ¿Por qué dais los buenos días? Para ustedes: bendito alabado”... ¡Eso sabía ser!... “Para indios no pertenece; para indios no es esa ley.”»[1]

Muy jóven, de 14 ó 15 años, en sus innumerables protestas hacia Quito conoció a militantes del Partido Socialista Ecuatoriano, del cuál fue parte hasta su muerte[2]. De la mano de varios socialistas, fundó en 1924 los primeros sindicatos agrícolas de la República del Ecuador: El Inca, Tierra libre, y Pan y tierra en Pesillo, Muyurco y La Chimba respectivamente. Junto a Dolores Cacuango y María Elisa Gómez de la Torre crean cuatro escuelas bilingües, kichwa- español, en su natal Cayambe sin la ayuda del gobierno de turno, como era de esperarse, buscando la reivindicación de la identidad indígena tan explotada y despreciada por propios y propios. Tránsito Amaguaña dirigió la primera huelga de trabajadores en Olmedo (1931), en la cual se pedía el aumento de salarios, trabajo sólo hasta el sábado, jornada de 8 horas, supresión de tarea y faena en el mismo día, devolución de huasipungos, supresión de diezmos y primicias, y supresión de huasicamías. El alzamiento duró algunos meses, pero luego fueron reprimidos y castigados los cabecillas. Tránsito Amaguaña terminó presa en Quito[3]. Al poco tiempo, salió de la mano de Gómez de la Torre. Para 1944, junto a varios otros líderes indígenas y comunistas, fundó la Federación Ecuatoriana de Indígenas. Comunista, reaccionaria, y traficante de armas soviéticas fueron varios apelativos que Tránsito recibió de políticos de turno y sacerdotes de la Iglesia Católica buscando restarle importancia a su desempeño. A su regreso de la URSS, Tránsito fue encarcelada ya que se presumió tenía órdenes soviéticas para generar un levantamiento revolucionario durante la dictadura dirigida por Ramón Castro Jijón. 15 días más tarde, de la mano de Galo Plaza Lasso, Tránsito recupera su libertad y continúa en la lucha por la causa indígena. El momento cúspide se da en 1964 cuando se pasa la Reforma Agraria. Sin embargo, esta tibia reforma no benefició finalmente en gran manera a los indígenas sino que lo hizo para con las jóvenes empresas agropecuarias. En todo caso, el derecho del indígena tenía ya un reconocimiento mayor, y para obtener mano de obra era necesario contratar al trabajador. Tránsito Amaguaña no recibió ni un pedazo de tierra sino que vivió en un retazo de tierra que le había entregado Galo Plaza Lasso[4]. La Reforma Agraria trajo a la larga nuevas competencias en los indígenas propietarios pues se había dispuesto se divida la tierra de acuerdo al número de miebros de la familia y a jerarquías heredadas de las haciendas. Así, un trabajo a medias que ha mantenido tristemente la pobreza en algunas de estas comunidades hasta nuestros días.

Sin lugar a duda, la magnitud de sus trabajos sociales no pueden ser simplemente entendidos con una visión netamente contemporánea de la vida del chagra. Para entender su gran labor debemos comprender que la sociedad ecuatoriana del siglo XX (y la del siglo XXI aún) está llena de prejuicios y perjuicios en contra de los indígenas. Nuestra sociedad aún arrastra decenas de malos hábitos centenarios de la vida colonial respecto al indígena, el mestizo y el criollo lo que aún hace dificil el pluralismo en el Ecuador. La vida del indígena y del huasipunguero en el huasipungo no fue tan dulce como los hacendados la pintaron; la segregación, y discriminación junto con la sobreexplotación era un factor esencial en la producción agraria de los Andes ecuatorianos. Finalmente, el sincretismo existente entre los presidentes demócratas de la época y el pueblo hacía que los cambios sociales fundamentales no alcancen la funcionalidad que requerían, razón por la cual muchos de estos cambios no trajeron un mejor vivir.

En todo caso, la etapa final de la vida de Tránsito Amaguaña se apagó en la alegría-triste del ecuatoriano, sin buscar engreír ambiciosamente sus honrosas labores sociales , y en la humildad y humanidad de espíritu que el indígena andino nos ha esparcido a lo largo de su historia. Tránsito Amaguaña murió el 10 de mayo del 2009.

Así unidos, mezcladitos
Como trigo y quinua, mezcladitos.
Blancos, campesinos,
Unidos en una sola masa.[5]

Notas:
[1][2][3][4][5] Rodas Morales, Raquel. Tránsito Amaguaña: su testimonio. Comisión nacional permanente de conmemoraciones cívicas. Quito, Ecuador. 2007.

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Aquí, aquí, aquí y aquí.

¿De qué se ríe?

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Haciendo fuerza
a que no se extinga
durante un tiempo
el señor don mario

dando homenaje
del más sencillo
al uruguayo
algo precario






En una exacta
foto del diario
señor ministro
del imposible

vi en pleno gozo
y en plena euforia
y en plena risa
su rostro simple

seré curioso
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe

de su ventana
se ve la playa
pero se ignoran
los cantegriles

tienen sus hijos
ojos de mando
pero otros tienen
mirada triste

aquí en la calle
suceden cosas
que ni siquiera
pueden decirse

los estudiantes
y los obreros
ponen los puntos
sobre las íes

por eso digo
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe

usté conoce
mejor que nadie
la ley amarga
de estos países

ustedes duros
con nuestra gente
por qué con otros
son tan serviles

cómo traicionan
el patrimonio
mientras el gringo
nos cobra el triple

cómo traicionan
usté y los otros
los adulones
y los seniles

por eso digo
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe

aquí en la calle
sus guardias matan
y los que mueren
son gente humilde

y los que quedan
llorando de rabia
seguro piensan
en el desquite

allá en la celda
sus hombres hacen
sufrir al hombre
y eso no sirve

después de todo
usté es el palo
mayor de un barco
que se va a pique

seré curioso
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe.

Mario Benedetti
¿De que se ríe? (Seré curioso)