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Puñales

Hay días, sensaciones, momentos y estados de ánimo que solo son llenados con un yaraví. De lo nacional, lo más sentimental y profundo, lo íntimo y sublime. Es curioso que la mayoría de nuestros contemporáneos solo vean a los géneros nacionales, y a nuestro español andino - saben de qué hablo- como algo de viejos que están más allá que acá, o como algo a lo que debe sometérsele a un tradicidio. De todos modos, hay que aceptar que somos una nueva generación, pero ventajosamente ya llegará el tiempo en que seremos viejos y lo nacional esté a la orden del día. Algún día mi tío me dijo... "Cuando los pasillos y los yaravíes te empiezan a gustar, es por que ya estas viejito guambra carajo; es mejor empezarles a coger cariño desde ya, para que la vejez no te coja en serio". Hoy en día, estoy totalmente de acuerdo. Además, creo que muy en el fondo el cariño por un pasillito, o un albacito de las reuniones familiares se lo debo a mi familia, y sobretodo a mis dos tíos. Para acortar la historia, les dejo con uno que me gusta mucho: Puñales, de Ulpiano Benítez.

Mi vida es cual hoja seca
que va rodando en el mundo.
No tiene ningún consuelo,
no tiene ningún halago.
Por eso cuando me quejo
mi alma padece cantando,
mi alma se alegra llorando.

Llorando mis pocas dichas,
cantando mis desventuras.
Camino sin rumbo cierto,
sufriendo esta cruel herida...
y al fin me ha de dar la muerte
lo que me niega la vida

Qué mala suerte tienen los pobres
que hasta los perros les andan mordiendo.
Así es la vida guambrita...
Ir por el mundo bonita,
siempre sufriendo.

Ulpiano Benítez


PD: Mejor poner el video aquí mismito.

Comments (1)

poquitisimo wtf???

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