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La otra fundación de Quito*

Bueno. Como está tan próxima la festividad más importante de la hispana ciudad de Quito, me permito publicar la entrada original hecha por Javier Cevallos Perugachi en su blog*. Espero ansiosamente los llenos absolutos para presenciar el deporte nacional en el coso de Iñaquito, las tradicionales sevillanas y fandangos, y las autóctonas tapas, sangrías, y paellas. Más ansiosamente espero que todo se acabe. Si Usted es de los que aman a Quito, su historia y fiestas, HUYA.



La otra fundación de Quito

Nieto de indios, blanqueados por necesidad; longo, hijo de longos: uso la máscara de los amos, para bailar y reirme de ellos...


Cuentan, los que cuentos cuentan y cuentos saben, que cuando los danzantes bajaban a Quito, el mundo se aquietaba a su alrededor, todo se quedaba en absoluto silencio: las montañas, las hojas de los árboles, el jaguar... incluso el mismo sol.

El ritmo del danzante es el ritmo del corazón: pum, pum, pum. Un pie se levanta y cae al piso, el otro pie se levanta y cae al piso.

Durante siglos se prohibió la entrada de danzantes a las plazas de Quito, porque era cosa de indios. Sin embargo, en este país lo prohibido siempre es más atrayente y los danzantes seguían bailando.

En el siglo XIX, un presidente (modernizador y muy europeo) logró terminar por fin con esta costumbre poco civilizada: mandó a construir, en las plazas de la ciudad, hermosos jardines al estilo francés. Y los danzantes se fueron de Quito.


Sin embargo, aún es posible verlos en algunos de los antiguos pueblos de indios que, con el crecimiento de la ciudad, se convirtieron en barrios mestizos. Las personas fueron dejando el poncho y los sombreros, los tupus y las oshotas, para confundirse con los mestizos que iban llegando. Pero aún bailan, como lo hicieron sus padres y abuelos, aún toman las plazas de Cotocollao, La Magdalena, San Isidro del Inca y Zámbiza.

Dicen que, cuando los danzantes inician su baile, el mundo vuelve a girar a su alrededor.



Notas

* Cevallos Perugachi, Javier. La otra fundación de Quito. El país de los colibríes. Blog.

[1] Las cursivas no forman parte del texto original. Son, por ende, puestas por mí donde creí conveniente de acuerdo a mi criterio.
[2] No pude insertar el video usado en la entrada original, pero inserto otro relacionado.

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