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Puñales

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Hay días, sensaciones, momentos y estados de ánimo que solo son llenados con un yaraví. De lo nacional, lo más sentimental y profundo, lo íntimo y sublime. Es curioso que la mayoría de nuestros contemporáneos solo vean a los géneros nacionales, y a nuestro español andino - saben de qué hablo- como algo de viejos que están más allá que acá, o como algo a lo que debe sometérsele a un tradicidio. De todos modos, hay que aceptar que somos una nueva generación, pero ventajosamente ya llegará el tiempo en que seremos viejos y lo nacional esté a la orden del día. Algún día mi tío me dijo... "Cuando los pasillos y los yaravíes te empiezan a gustar, es por que ya estas viejito guambra carajo; es mejor empezarles a coger cariño desde ya, para que la vejez no te coja en serio". Hoy en día, estoy totalmente de acuerdo. Además, creo que muy en el fondo el cariño por un pasillito, o un albacito de las reuniones familiares se lo debo a mi familia, y sobretodo a mis dos tíos. Para acortar la historia, les dejo con uno que me gusta mucho: Puñales, de Ulpiano Benítez.

Mi vida es cual hoja seca
que va rodando en el mundo.
No tiene ningún consuelo,
no tiene ningún halago.
Por eso cuando me quejo
mi alma padece cantando,
mi alma se alegra llorando.

Llorando mis pocas dichas,
cantando mis desventuras.
Camino sin rumbo cierto,
sufriendo esta cruel herida...
y al fin me ha de dar la muerte
lo que me niega la vida

Qué mala suerte tienen los pobres
que hasta los perros les andan mordiendo.
Así es la vida guambrita...
Ir por el mundo bonita,
siempre sufriendo.

Ulpiano Benítez


PD: Mejor poner el video aquí mismito.


Quichuismos I

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Hace tres o cuatro días encontré un video que hablaba sobre el dialecto guanaco o salvadoreño. En dicho video aparece una viejecita que rememora las palabras y expresiones más tradicionales y representativas de los salvadoreños. Paradójicamente la palabra guanaco no viene ni del náhuatl ni de ninguna lengua autóctona de El Salvador sino más bien del quechua y representa, en realidad, una suerte de llama. Dicho sea de paso, es curioso saber que algunas de sus palabras vienen del quichua aunque estén geográficamente distantes de su influencia. De todos modos, me pareció interesante la propuesta de este programa para rescatar y valorar más los modismos y palabras de su lengua mestiza. A partir de eso, he recopilado un buen número quichuismos ecuatorianos utilizados en la actualidad. Todos tienen su probable significación o definición. Como verán, habrá una segunda parte; en esta primera estarán palabras simples del habla cotidiana mientras que en la segunda parte, estarán palabras compuestas.




Achachay: Sensación de frío.
Amarcar: Aupar, levantar a alguien en brazos.
Anaco*: Tela que utilizan los indígenas como falda.
Ananay: Algo que es agradable a la vista.
Arrarray: También arrarrau. Sensación de ardor, calor.
Atatay: Sensación de asco.
Ayayay: También atatau. Sensación de dolor.
Cancha: Es usado en el ámbito deportivo como el lugar donde se juega un deporte; en quichua, recinto cercado, templo.
Caracha: Costra
Cari: Hombre.
Chagra: Que no es nacido en Quito, que no tiene gusto. Viene de chácara.
Chamba: Zanja.
Chapa: Cerradura.También se utiliza como sinónimo de agente de policía.
Chaucha: Trabajo corto para obtener una cantidad de dinero necesaria en un momento determinado.
Chauchera: De chaucha, lugar donde se guarda una cantidad pequeña de dinero.
Chiro*: No tener dinero.
Choclo: Nuestro maíz.
Chonta: Árbol de palma.
Chúcaro: Arisco, indomado (Significado original, duro).
Chuchaqui*: Dolor de cabeza posterior a una chuma.
Chucho: Chuchu. Seno materno.
Chulla: Objeto par que ahora sólo es impar. Quiteño de clase media.
Chumarse: Emborracharse.
Chicha: Bebida alcohólica
Cocha: Laguna (Usado como pequeña cantidad de agua en la calle o el suelo).
Cushqui*: Dinero, monedas.
Cucayo: Provisión pequeña que se lleva para un viaje.
Fishfica*: Prostituta.
Guachito: Cartilla de lotería.
Guambra: Joven adolescente.
Guagua: Niño pequeño.
Guaro: Guarapo. Licor.
Güiragchuro*: Pájaro de color amarillo con negro.
Hoshotas, Oshotas: En adaptación al español, Ojotas. Sandalias o alpargatas generalmente usadas por los otavaleños ( se han popularizado en estos días).
Inti: Sol.
Llama: Llama.
Llacta: Poblado, pedazo de tierra.
Llucho: Desnudo.
Llucshic: Voz utilizada para espantar a un animal o cosa.
Longo: Joven, muchacho (usado despectivamente como sinónimo de indígena).
Máchica: Mashca. Harina de maíz tostada.
Mashi: Compañero, amigo.
Mucharse: Besarse
Mucha *: Beso
Mushpa: Tonto, torpe.
Ñaño: Hermano.
Pacha: Tierra.
Pay*: Gracias.
Pilche*: Originalmente recipiente, pero usado como insignificante.
Pupo: Pupo, ombligo.
Quinde: Colibrí.
Quiño: Puñete.
Rucu: Viejo.
Runa: Gente, ser humano.
Shigra: Bolso (También es ahora común).
Shungo: Corazón.
Shunsho: Tonto, torpe.
Sinca: Nariz.
Soroche: El famoso mal de montaña andina.
Tola: Tumba.
Tascar: Morder, roer.
Yapa: Porción extra que se da en cualquier ámbito.
Yamor: Chica hecha a base de 5 maíces.


Lo más triste de todo esto es que muchas de estas palabras se han visto gastadas pues nosotros las hemos ido sacando del habla cotidiana. El problema inicial es que los padres no transmiten a sus hijos estas palabras pues nos suenan a indio razón por la cual mucha gente trata de evitarlas (Me incluyo en algún momento anterior de la vida), o de darles una connotación despectiva e inculta. Sin embargo, muchísimas de estas palabras las usamos sin siquiera saber que provienen del quichua, y por esto no las hemos sacado aún. Ojalá y nunca las terminemos de sacar porque forman parte de nuestra identidad, y en el exterior la gente aprecia y valora lo que somos, aunque nosotros casi nunca lo hagamos. Ahí les dejo, guambras.

*: Uso o significado incierto.

Fuentes:
º CÓRDOVA, Carlos Joaquín. El habla del Ecuador. Diccionario de Ecuatorianismos. Casa de la Cultura Ecuatoriana. Quito, 2008.
º Mi madre y su memoria.
º Mi corta investigación y memoria.




Lo fatal

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Lo fatal


Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,

y más la piedra dura, porque ésta ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos...!

Rubén Darío

Vida del ahorcado (10)

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Mientras conversaba ayer con el camarada burgués Juan Trujillo, él me mostró un cortometraje ecuatoriano realizado sobre el fragmento que Pablo Palacio llamó "10" dentro de su novela Vida del ahorcado. Me pareció una interesante y bien lograda adaptación del relato de los chiquillos de la Universidad. De todos modos, Palacio sigue para mí siendo un gran misterio. Leerlo es tratar de unificar conceptos disímiles, irreconciliables y desiguales . A ver qué les dice a ustedes.